Cuando visitamos por primera vez la ladera que habrá de albergar el futuro Parque Urbano Sostenible “La Mata” no dejó de impresionarnos su posición de mirador hacia extraordinario paisaje que conforma la Vega del Guadalhorce y el conjunto de Sierras que configuran su fondo de escenario. El suave descenso de su topografía invita a aproximarse a esta contemplación, a llegar a su borde como si del acceso a un balcón natural se tratase, donde la combinación del paisaje agrícola intemporal y el escarpado horizonte no dejan de inspirar al visitante.
Así pues, recorrer la parcela tiene algo de iniciático, de tránsito tranquilo entre la agitada periferia de Cártama (con la transitada carretera por la que se accede) y la contemplación de la naturaleza transformada y puesta en valor por el quehacer intemporal de los habitantes de Cártama y su comarca.
Intencionadamente sensible a este entorno, nuestra propuesta para el futuro parque tiene algo de homenaje al paisaje en el que se inserta. Por un lado, su trazado general se inspira en la forma ancestral con la que la agricultura ocupa las laderas: mediante su modelado en forma de bancales sensiblemente horizontales separados por taludes naturales.
Por otro lado, toda la secuencia de senderos del parque se configura para generar un destino final en su borde, una plataforma, un balcón de contemplación de las inmejorables vistas que el lugar proporciona. Un tránsito calmado que, atravesando las capas de “cultivos” propuestos, va progresivamente dejando atrás el ajetreo de la periferia urbana y se encamina ese espacio donde imaginamos el tiempo detenido.
Como la documentación gráfica adjunta explicita, la mejor herramienta de representatividad del parque radica en su reinterpretación del paisaje agrícola de Cártama, de forma que:
- La adaptación a la pendiente se realiza mediante bancales separados por taludes
- El trazado geométrico del parque se inspira en las bandas paralelas que habitualmente conforman los cultivos en ladera
- El recorrido principal del parque toma la forma de un sendero serpenteante, como el de los que pueden observarse en algunas de las lomas circundantes. La pendiente del sendero resultante es así mínima (menor del 4%).
- El conjunto de la propuesta en cuanto a su capa vegetal se inspira el diálogo que se establece en la propia Vega entre una lámina de agua (el río) y un denso arbolado: así, los bancales se pueblan de un bosque de especies autóctonas y desembocan en una lámina de agua, la cual preside el conjunto.
Las especies vegetales (escogidas con criterios de Xerojardinería) han sido seleccionadas para que, ubicadas según su morfología y coloración en diferentes bancales, den al conjunto una visualidad atractiva: contemplado desde la lejanía, su composición en estratos coloreados lo hará significativo y fácilmente distinguible.
El programa de usos del parque presenta un rasgo muy singular en cuanto a las actividades principales que se propone albergar: se prevé que éstas ocupen una gran dimensión en relación con la superficie total disponible. Muestra de la amplitud prevista para estas zonas son las superficies que se indican para la zona de juego y esparcimiento de perros (1500 m2) y para el skate park (900 m2).
Estas actividades se concentran en cuatro bloques, que pueden corresponderse con cuatro recintos diferenciados: la zona de esparcimiento canino, la zona de juego infantil, el skate park y la plaza principal polivalente. La organización del parque en “bandas de cultivo” es muy útil para que estas zonas se organicen naturalmente en la secuencia de bancales propuestos, tantos como tipos de actividades necesarias.