El programa de «Autoconstrucción» de la Junta de Andalucía se propuso integrar la mano de obra del futuro adjudicatario de la vivienda en el proceso constructivo. Para ello, era necesario que los proyectos extremaran la búsqueda de la simplicidad constructiva de las propuestas. La opción de construir con muros de carga perpendiculares a la calle facilitó la descomposición de cada vivienda en dos volúmenes prismáticos, desplazados uno con respecto del otro, de forma que esa ruptura del plano de fachada refuerza la individualidad de cada vivienda y genera espacios intermedios tanto en fachada como en el jardín trasero.
El prisma de mayor anchura se adelanta hacia la calle y funciona como la auténtica fachada de la casa. Contiene los espacios mayores de la casa (estancia y dormitorios principales) y es el soporte de las ampliaciones previstas para la vivienda en su trasera. La pieza estrecha es, por el contrario, más difícilmente ampliable y contiene los espacios «de servicio»: cuartos húmedos y dormitorio pequeño. Queda retranqueada tanto hacia la calle, generando un pequeño porche de entrada, como hacia el patio trasero, generando una terraza a la que abren la cocina y el salón.
Mención especial merece la ventana del dormitorio/«salita» de planta baja. Se propone con una dimensión vertical y una posición en esquina que de alguna manera remite a la imagen de los «cierros» en planta de calle, tan característicos de las poblaciones en el entorno de Osuna.