La concepción general del proyecto tiene su germen en las aspiraciones de sus moradores. Desde el primer momento se solicitó una planta baja en contacto directo con el terreno que fuera lo más diáfana posible. La vivienda, de esta forma, «flotaría» sobre un espacio exterior donde desarrollar en verano una vida casi completamente al aire libre. La familia que habitaría esta casa quería de alguna forma mantener el espíritu de lo que durante muchos años fue su principal actividad veraniega, el «camping».
Esta sugerencia condicionó el conjunto de las decisiones del proyecto. Se buscan la mayor ligereza y las mayores luces estructurales, haciendo que la vivienda, sobre el espacio libre inferior de aparcamiento, aparezca como una auténtica caja autónoma, compacta, casi móvil, que haga referencia a la historia de trashumancia de sus moradores.