Paseo de la Estación. Jaén

Museo de Arqueología y Arte Ibérico


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Memoria

Ficha técnica

Hay razones para preservar un edificio público que, sin un alto valor patrimonial ni artístico, ha perdido su uso. Son razones «ecológicas», la más importante de las cuales no tiene que ver con el ahorro económico (no está claro que resulte más barato rehabilitar que construir de nueva planta): tiene que ver con la ecología de la memoria. La experiencia urbana se enriquece cuando los recuerdos construidos se acumulan como estratos en el palimpsesto de la ciudad.

 

La prisión de Jaén ya no está en el Paseo de la Estación pero el recinto está impregnado de su ya larga memoria. Los recuerdos poco agradables parecen demandar el olvido y esto daría razones a una demolición total del edificio. Pero la conciencia colectiva puede disfrutar contemplado la transmutación de lo sombrío en lo luminoso. Y es ahí donde una rehabilitación puede ser más gratificante que una construcción de nueva planta.

 

Con estas premisa, la conservación de lo que sea posible, queda dilucidar hasta qué punto el edificio antiguo puede acoger con precisión el nuevo engranaje de usos sin perder sus trazas generales y sin dejar de funcionar lo más correcta y claramente posible. El óptimo funcionamiento es ahora uno de los principales criterios de decisión.

 

Los viejos muros de la prisión pueden ser útiles para alojar las salas del museo si transformamos sus cubiertas para permitir que la luz entre. Será necesario demoler el viejo edificio de admisiones para crear una plaza urbana elevada, que pueda proporcionar la museo su propia escena urbana previa. La tapia perimetral necesita ser horadada para convertir los patios de la prisión en jardines de escultura urbanos que puedan ser visitados directamente desde el exterior.