La parcela existente presenta dos peculiaridades que han condicionado desde el principio la configuración del Proyecto. La primera tiene que ver con las características del espacio construido donde se inserta. Las logias que circundan el conjunto tienen un marcado carácter público; fueron construidas como auténticas calles cubiertas con vistas a la Avenida de la Libertad y a lo que en principio se proyectó como una plaza ajardinada interior. Por otra parte, existe de hecho un espacio ajardinado en nuestra parcela con algunos árboles de cierto porte que convendría respetar o replantar.
El Consultorio propuesta trata de respetar tanto el espacio ajardinado junto a las logias como los árboles de gran porte y es por ello que el cuerpo principal de las consultas ocupa el eje virtual del espacio disponible, liberando amplios espacios arbolados en sus dos fachadas a los que pueden abrirse tanto las logias como las propias consultas y salas de espera. El quiebro que muestra la consulta y sala de espera de pediatría obedece tanto al respeto del arbolado junto a la medianera con el cuartel de la Guardia Civil como al deseo de diferenciar este sector «infantil» del consultorio, dotándole incluso de una entrada propia que actuaría además como salida de emergencia.
La condición de «objeto impuesto a un jardín» del edificio ha sugerido su condición «flotante»: las fachadas no tocan el suelo. Se pretende que el plano verde aparezca continuo debajo del edificio. Para ello, la estructura es de pilares metálicos y de losas de hormigón de gran luz que permiten resolver el conjunto con una sola crujía con dos amplios vuelos laterales.